Autor: Joaquín Madurga
Te adoramos, Señor, y te bendecimos.
Que por tu santa cruz redimiste al mundo.
Mi Señor crucificado,
yo beso tus pies y manos;
que tu sangre derramada
lave todos mis pecados.
Mi Señor crucificado,
contigo estaba tu Madre,
que al tomar a Juan por hijo
aceptó ser nuestra Madre.
Mi Señor crucificado,
tu vida al Padre encomiendas,
e inclinando la cabeza
el espíritu entregas.
Mi Señor crucificado,
que por nosotros expiras,
Tu muerte vence a la muerte
y nos da la nueva vida.
(Viernes Santo: Adoración de la santa Cruz, Via Crucis)
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