Autor: Juan Manuel Beobide
Oh,
Señor, yo no soy digno
de
que entres en mi morada,
mas
di una sola palabra
y
mi alma quedará sana.
Oh,
Señor, yo no soy digno. (2)
De
que entres en mi morada, en mi morada. (2)
Mas
di una sola palabra. (2)
Y
mi alma quedará sana, quedará sana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario