¿Se pueden usar grabaciones en los actos litúrgicos?
No, las Orientaciones del Episcopado Mexicano nos dicen en su número 35: El uso de las medios electrónicos, como discos o cintas grabadas, para suplir el canto del pueblo, del coro o de los ministros, o de los músicos acompañantes, está totalmente excluido de los actos litúrgicos. Se tolerara en lugares desprovistos por completo de elementos inmediatos musicales y sólo para sostener el canto del pueblo o del coro, pero nunca en forma independiente, ya que el cantar o acompañar el canto con un instrumento es un ministerio litúrgico vivo, que no puede ser ejercido por un aparato o recurso artificial.
¿Se puede utilizar música protestante, o de origen sectario, o no cristiano en la liturgia?
No, la música protestante tiene doctrina protestante no católica, su idea de Jesús, su idea de salvación son totalmente diferentes de las nuestras. Y al hacer uso de su música podemos ir asimilando su doctrina.
Por ejemplo: "No hace falta más que Cristo" dice el canto protestante, y con ello afirman no hace falta la Iglesia, los sacramentos, los santos, el esfuerzo, el trabajo. Porque para el protestante solo es necesaria la fe para salvarse.
La liturgia pide que se de una organización auténtica de la celebración litúrgica, además de la debida distribución y desempeño de las funciones –en la que «cada cual, ministro o simple fiel, al desempeñar su oficio, hará todo y sólo aquello que corresponde por la naturaleza de la acción y las normas litúrgicas», requiere también que se observen bien el sentido y la naturaleza propia de cada parte y de cada canto. Para conseguir esto, es preciso, en primer lugar, que los textos que por sí mismos requieren canto se canten efectivamente, empleando el género y la forma que requiera su propio carácter. (Instrucción "MUSICAM SACRAM" sobre la música en la sagrada liturgia n. 6)
La Iglesia tiene en la mayor estima su propia música, el Catecismo nos dice en el numero 1156: "La tradición musical de la Iglesia universal constituye un tesoro de valor inestimable que sobresale entre las demás expresiones artísticas, principalmente porque el canto sagrado, unido a las palabras, constituye una parte necesaria o integral de la liturgia solemne" (SC 112). La composición y el canto de Salmos inspirados, con frecuencia acompañados de instrumentos musicales, estaban ya estrechamente ligados a las celebraciones litúrgicas de la Antigua Alianza. La Iglesia continúa y desarrolla esta tradición: "Recitad entre vosotros salmos, himnos y cánticos inspirados; cantad y salmodiad en vuestro corazón al Señor" (Ef 5,19; cf Col 3,16-17). "El que canta ora dos veces" (S. Agustín, sal. 72,1).
Nuestra música es un "tesoro de valor inestimable" que sobresale sobre las demás expresiones artísticas porque está íntimamente ligada a la Liturgia, con ella damos gloria a Dios y nos santificamos. Es triste escuchar expresiones que hacen referencia a que en el culto protestante la música hace llorar y despierta muchas emociones, y por ello es mejor; hay que tener claro que nuestra música no busca despertar emociones, sino dar gloria a Dios y santificar a los fieles, nuestra música está al servicio de la Liturgia y procura el bien espiritual; para nosotros lo emocional no es un parámetro para valorar nuestra música.
Hay música católica excelente, mas bien no la conocemos, nuestro tesoro musical es de siglos, hunde sus raíces en el canto griego y judío desde tiempos inmemorables, es precisamente en nuestra Iglesia donde encontramos el desarrollo de la escritura musical, y de la armonía.
El canto gregoriano es el canto más sagrado y que mas eleva las almas a Dios.
La polifonía sagrada es un tesoro de numerosas obras de arte.
La música de órgano instrumento tradicional de la Iglesia, nos da identidad.
Nuestra Iglesia posee cientos, miles de ediciones de música sagrada.
Nuestra Iglesia tiene gran cantidad de Escuelas Superiores de Música Sagrada.
Existen gran cantidad de músicos católicos de la mejor calidad.
Nuestra música no es para provocar sentimientos o emociones, sino que está al servicio de la Liturgia y de la Palabra de Dios.
¿Se pueden utilizar todos los instrumentos en la liturgia?
Sí, pero hay que aclarar: los instrumentos pueden ser usados en la liturgia, teniendo en cuenta la aceptación popular y que sirvan realmente a la celebración sin distraer de sus fines. Por ejemplo, si se utilizan tambores en la liturgia, de tal forma que incitan a bailar, no motivan a la oración, distraen, sobresalen sobre las voces, no permiten que se comprendan los textos, a la mitad de la asamblea le parecen inadecuados para la Misa, etc. Lo mejor sería no usarlos, o utilizarlos de manera mucho más discreta, de forma no ruidosa, solo como un fondo rítmico muy suave, pero para ello se necesita tener un odio fino y un sentido musical bien desarrollado y educado.
¿Existe un modelo para la música litúrgica?
Si, el canto gregoriano fue tenido siempre como acabado modelo de música religiosa, pudiendo formularse con toda razón esta ley general: una composición religiosa será más sagrada y litúrgica cuanto más se acerque en aire, inspiración y sabor a la melodía gregoriana, y será tanto menos digna del templo cuanto diste más de este modelo soberano (Tra Le Sollecitudini n. 3). Siempre tenemos que buscar asemejarnos al modelo supremo de nuestra música, y no lo contrario, cuando se toma como modelo algún artista o grupo musical no católico, es decir, de cualquier género de música no religiosa, se va alejando de la liturgia. Y se cae en errores como creerse artista y protagonista, utilizando el servicio litúrgico como un escenario.