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De cosas sencillas. Autor: Francisco Palazón
El hombre que teme a Dios
es firme como el camino
y sabe que su destino es confiar.
El hombre que teme a Dios
es como la levadura
que contagia con su fuerza a los demás.
De cosas sencillas Jesús les hablaba:
de trigo y cizaña, de oveja y pastor.
Jesús hoy repite, las mismas palabras:
de cosas sencillas nos habla el Señor.
El hombre que teme a Dios
es como inquieta semilla
que frutos de paz reparte alrededor.
El hombre que teme a Dios
es como la luz que alumbra:
su fuerza arrastra y deslumbra; su fuerza es Dios.
El hombre que teme a Dios
es cual tesoro escondido:
el temor es un camino del amor.
El hombre que teme a Dios
es sal que salva y sazona
y entrega en cuerpo y persona su corazón.
Sugerencias de uso:
Canto de Comunión para el XVI domingo del Tiempo Ordinario, ciclo A
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